1.Conociendonos

Capitulo 1: Conociendonos

Mi querida hermana Caroline Medici también va a ser comprometida con otro de los hermanos Kaulitz, según nuestro querido abuelo y líder del clan, para afianzar más esta “unión familiar”.

Abuelo estamos en el siglo XXI no me puedes obligar a casarme -gritaba exasperada a este hombre q pretendía mandarme a un “matricidio”-
Por supuesto que puedo obligarte -dijo con voz potente, casi haciéndome arrepentir de mis palabras- es tu deber con esta familia, ¡tú única obligación! -dijo levantando su dedo índice de una forma inhumanamente rígida- deberías ser como tu hermana, Caroline es menor que tu sin embargo ha sabido aceptar su responsabilidad como vampiro puro
Yo nunca seré mi hermana -replique con enojo- yo soy yo, y eso nunca nadie lo cambiará. Pero está bien iré a Alemania, por la familia y el bien del clan, sin embargo me pedirás perdón de rodillas cuando veas que tu plan fue un total fracaso -dicho eso salí del despacho de mi abuelo hecha una furia y aventando cuanta puerta me encontraba-

Hayley contrólate -dijo mi hermana apareciendo frente a mí-
¡Lo siento señorita perfección, pero no todos podemos aceptar el hecho de tener que casarnos con un desconocido! -le grite desesperada-
Pues acéptalo, es tu realidad -me dijo fría y se adentró a su cuarto-
Eternidad de porquería, costumbres de porquería, todo es una porquería -iba susurrando por todo el pasillo camino a mi habitación donde ya casi todas mis prendas estaban empacadas-

Hayley -me susurro mi abuela entrando a mi habitación- prepárate tu vuelo sale esta noche -dijo con voz triste, si ella tampoco estaba de acuerdo con este tonto matrimonio-
¡Nonna mía! ¡Sálvame! -dije arrojándome a sus brazos - No quiero cazarme con ese hombre, mínimo va a ser un frígido, serio y aburrido
Calma la mia ragazza (calma mi niña) -dijo mi querida Nonna- esto pasará pronto recuerda que es por el bien de la familia, ahora prepárate que en menos de cuatro horas estarás a bordo de ese avión -anunció y salió de mi habitación-

Aeropuerto Alpensa Milán

Adiós Nonna -dijimos mi hermana y yo dando un abrazo doble a nuestra abuela-
Llamaremos en cuanto lleguemos, dale saludos al abuelo -dijo mi hermana tan educada como siempre-
Y por favor de mi parte dale un buen golpe -dije sonriendo traviesa a mi abuela-
Vayan mis dos retoños, que la maquina esa no las esperará toda la vida -nos empujó a la puerta del área de embarque, donde finalmente la perdimos de vista-

Un nuevo comienzo… -dijo mi hermana-
La misma eternidad -complete la frase, con la que nuestros padres solían definir sus vidas juntas-

¡Pues bien, pido el asiento de la ventana! -exclamé y corrí por el túnel camino al interior, donde la tripulación y los pasajeros me miraron como si acabará de salir del manicomio-
Hermana eres una vergüenza pública -dijo mi adorada Caroline llegando a mi lado-
Tal vez lo sea -dije siendo condescendiente- sin embargo no estoy tan mal como esos dos que vienen allá -dije señalando a dos chicos altos que ingresaban al área de primera clase junto a nosotras-

Was sagen Sie Bill? Ich kann nicht leugnen, die Welt meiner Schönheit, Sie sagen selbst, Lügen ist falsch! (¿Qué dices Bill? yo no puedo negar al mundo mi belleza, tú mismo dices lo incorrecto que es mentir) -oí decir a un chico de ropas anchas hablando con otro de maquillaje envidiable-
Tom, Reif für allemal. Er räumt ein, dass die schöneren diesem Universum letztendlich bist du nicht, besonders wenn ich hier war (Tom, madura de una vez por todas. Admite que el ser más bello de este universo en definitiva no eres tú, sobre todo estando yo aquí)- esas palabras fueron nuestro limite, tanto mi hermana como yo empezamos a reír estruendosamente a causa de tan egocéntricos comentarios-

Tienes razón hermana, no eres la única vergüenza para la sociedad presente -dijo Caroline muerta de la risa-
¿Cómo qué vergüenza para la sociedad? -le espete seria- soy tu hermana mayor y se supone que me respetes no que me digas que soy una vergüenza para la sociedad -dije enojada-
Oh vamos Hayley que 1 año y 30 minutos no te hacen la más sabia y respetable del mundo -bufó-
¿Sabes qué? Tienes razón en definitiva tu eres la chica perfecta -exprese sarcásticamente- ¡deberías poder multiplicarte y salvar a la humanidad, tu sabiduría sería la solución a todas las crisis de la humanidad, y quizás así yo no tendría que casarme con un maldito desconocido y estaría totalmente lejos de este avión! -grite y me levante camino a los baños del avión-

By Caroline

-Mi hermana es tan impulsiva, ni siquiera noto que lo que le decía era en broma y me dejo en shock su actitud por lo cual no atine sino a verla partir por el pasillo del avión.

Disculpa te encuentras bien -dijo uno de los chicos de los cuales nos burlamos hace un rato- ¿puedo sentarme? -dijo con una mediana sonrisa-
Claro -dije señalándole el asiento- no creo que mi hermana quiera sentarse aquí -largue un suspiro-
Entonces que comparta asiento con mi hermano -dijo señalando al otro chico, exactamente al de ropas anchas-
Ups mi hermana me matara -dije en mi lengua natal-
¿Qué dijiste? -me dijo nuevamente el pelinegro con una expresión totalmente graciosa-
¡Oh, lo siento! Es la costumbre de hablar en mi lengua materna, pero olvídalo -sonreí y me abroche mi cinturón atendiendo las órdenes de la azafata-

By Tom

¿Y dónde demonios se supone que me siente? -oí decir a la chica que hace un rato nos tomó como objeto de su burla, aunque debo admitirlo era de mi tipo-
Ven aquí -le dije amable- al parecer mi hermano ocupo tu asiento -use como excusa-
OK gracias -dijo con una linda sonrisa- total no me quería sentar con mi hermana-
¡Ja! Las peleas de hermanos son algo tan típico -dije riendo-
Si pero no dejan de ser molestas -dijo en un suspiro- pero en fin dejemos el tema de lado
OK -consentí la idea- por cierto mi nombre es Tom Kaulitz y ¿el tuyo? -dije cortés-
Hayley Medici -dijo en un susurro- t-tú de casualidad no serás…
¡Oh maldición! -exclamé al darme cuenta quien era ella, una de las hermanas Medici, era demasiada coincidencia si ella no se tratará de una de las chicas con la que mis padres nos comprometieron
Veo que si eres -dijo con un hilo de voz- por lo menos no eres un viejo aburrido -trato de embozar una sonrisa-
Y tú no eres una frígida -dije yo- eso quiere decir que tu…
No lo sé -dijo triste- pensé que tu sabrías con quien estas comprometido
Desgraciadamente no, yo no estoy de acuerdo con esto; sin embargo es por la familia y al aceptar mi hermano no me quedo otro remedio más que aceptar
Vaya, que coincidencia -dijo irónica- como detesto pertenecer a “una familia tan importante” -dijo haciendo el gesto de las comillas con sus manos acompañado de graciosos gestos-
Mira el lado positivo -le sonreí- por lo menos tu y yo nos estaremos riendo por ahí, después de todo nuestro carisma no lo tiene cualquiera, especialmente el mío -dije señalándome con orgullo-
Si Mr. Ego, esa no te la crees ni tu -y largó a reír, contagiándome a mí también-
Por lo menos esto no será tan malo -dijimos a la vez- ¡Hey no me copies! -dijimos otra vez-
Esto es el colmo ni con mi hermana me pasa eso -dijo enojada-
En cambio a mí me suele pasar -dije riendo-

Señores desean algo -dijo la azafata apareciendo ante nosotros-
Un Smirnoff por favor -dijo Hayley viendo la carta de tragos-
Y usted señor -dijo mirándome-
Um… -la verdad pensé en decirle que a ella, pero estaba acompañado por la que podría ser mi prometida así que cambie de opinión- un Martini estaría bien -dije lo primero que se me ocurrió-
De acuerdo, en un momento les traigo su pedido -y marcho al área de servicio-

¡Ja! Por un momento pensé que la pedirías a ella -dijo mi acompañante riendo-
Fui tan obvio -pensé-
Si fuiste muy obvio -dijo ella riendo-
¿Pero cómo…? -ni me dejo terminar de formular la pregunta-
Leo mentes -dijo tocando con la punta de su dedo sus sienes-
Oh genial un oráculo -dije irónico- pero mi poder es mejor que el tuyo -dije como niño pequeño-
¿A si? Y pues a ver que es -dijo mirándome de forma retadora-
Solo siéntelo -le dije en un susurro mientras mis ojos cambiaban ligeramente de color por el uso de mis poderes-

CONTINUARA...